Nuestro derecho, nuestro lugar, nuestro futuro...

El pasado jueves 17 de octubre, la UNM dio inicio al Seminario de Extensión "A treinta años de la promulgación de la Convención Internacional sobre los derechos del niño. Reflexiones en torno al difícil camino de transformar necesidades en derechos", aprobado por la Resolución UNM-SGEN Nº 82/19 y organizado por el marco del Programa de Promoción de los Derechos Humanos.

En este primer encuentro, denominado "Experiencias comunitarias: en la búsqueda de reparar el arrasamiento de derechos de Niños, Niñas y Adolescentes", se compartieron con el público las experiencias de organizaciones zonales que trabajan en atención a la infancia y adolescencia. Participaron de la actividad Elvio Mettone (sacerdote y fundador del Hogar “La Casita" de Moreno), Hugo Bedecarras (Licenciado en Servicio Social y Especialista en Nuevas Infancias y Juventudes), Verónica Verdura (psicopedagoga y experta universitaria en Educación Sociocomunitaria) y Enrique Spinetta (docente, educador popular y director de la Fundación Hogar “Lugar del Sol” de Berazategui).

Román Pacheco, docente de la Licenciatura en Trabajo Social, fue quien coordinó el encuentro. Al respecto, reflexionó: “Compartimos las experiencias comunitarias de referentes que hace más de 30 años trabajan en la zona conteniendo niñas, niños y adolescentes. Es importante que el primero de estos encuentros sea con ellos, quienes dieron respuestas y son pilares de las políticas públicas de niñez en el territorio. Son experiencias de convivencia, de restitución y reparación de daños y de construcción de identidad para chicos que no tienen alternativa de vida, por las circunstancias que atraviesan. Ellos han puesto el cuerpo cuando las políticas públicas no fueron suficientes”.

 

 

La palabra de los invitados

Enrique Spinetta contó el trabajo cotidiano que realizan en la organización en la que trabaja, en el partido de Berazategui: “Nosotros trabajamos desde antes de que estuviera la Convención. Ha sido una lucha larga, y todavía sigue, la implementación es deficiente y se ha hecho a espaldas de las organizaciones y de la gente que siempre trabajó con los chicos. Hubo un cambio de paradigma pero sigue sin estar en agenda el tema de la niñez en riesgo. Todavía hay mucho trabajo que hacer, nosotros queremos que los chicos puedan tener infancias felices y puedan desarrollar sus proyectos personales. Somos un grupo comprometido con la infancia. Hacemos acompañamiento y cubrimos las necesidades de alimentación, salud, tenemos un proyecto promocional que trabajamos junto con los chicos. Nos preocupamos de que vayan a la escuela, algunos de nuestros chicos van a la universidad, y eso nos llena de orgullo”.

Por su parte, Elvio Mettone, un referente de la zona por su trabajo con niños también compartió su experiencia: “Empecé con una corazonada, sin tener demasiado conocimiento de la Convención y sin saber cómo hacer para lograr objetivos que perduren a través del tiempo. Luego de la Convención hubo un cambio de paradigma, se empezó a usar otra terminología, pero los problemas persisten. Lo nuestro es un hogar convivencial, donde los chicos están como en familia, tratando de lograr metas. Con muchos chicos hay que hacer un trabajo de reconciliación con la escuela, de que despierte su deseo y la inquietud de aprender más. Mi único mérito es haber seguido por tanto tiempo. Es un trabajo difícil, que ninguno tiene el libreto de cómo hacerlo, pero trabajamos para ayudar a estos chicos a salir adelante”.