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El jueves 10 de mayo, la Universidad Nacional de Moreno propuso a la comunidad universitaria y al público en general un conversatorio sobre los 50 años del Mayo Francés, ocurrido en 1968 en la ciudad de París.

Durante toda la jornada, se ofreció una muestra de fotografías y afiches con las consignas más emblemáticas de este acontecimiento histórico; también se proyectó el documental “El Espíritu de Mayo del 68 - Extractos de una película que debió existir…” (Grands soirs et petits matins), de William Klein. Finalmente, se organizó una charla-debate con un panel integrado por el docente de la UBA Eduardo Jozami; el Profesor Emérito de la UNM Julio Neffa, quien participó como testigo de los hechos mientras era estudiante en Francia, y Roberto Marafioti, Director-Decano del Departamento de Humanidades y Ciencias Sociales de la UNM. La Universidad también elaboró el documento “A 50 años del Mayó Francés 1968-2018”, disponible en la web institucional.

 

Reflexiones
Consultado sobre la significación histórica de esta movilización estudiantil que sumó la adhesión del sindicalismo obrero, el profesor Jozami expresó: “Si bien en la misma Francia ha habido mucha polémica y negación de la importancia del Mayo Francés, me parece que sigue siendo fuente de interés e inspiración. Fue un movimiento libertario, que propuso una manera nueva de mirar la política, la cultura. La sociedad francesa no fue la misma después de mayo del ´68”.

Neffa, a su vez, explicó cómo era la educación universitaria en Francia en ese entonces, de acuerdo a su propia experiencia como estudiante de doctorado en el país: “La Universidad era muy autoritaria, muy jerárquica. Había que ponerse de pie cuando el profesor ingresaba al aula y aplaudirlo cuando terminaba la clase. Los docentes venían con su toga, como si fueran jueces. Tampoco había muchas opciones de bibliografía, si el profesor había escrito un libro, había que leerlo. No existían los trabajos grupales, los exámenes eran muy tradicionales y existían restricciones muy fuertes para ingresar la Universidad”.
 

En esta línea, Marafioti trazó una comparación entre  el Mayo Francés y la Reforma Universitaria, ocurrida en Argentina en 1918, es decir, cincuenta años antes: “Nosotros estábamos muy adelantados”, reflexionó y agregó: “París era una ciudad puesta al servicio de un proceso transformador, Deodoro Roca -uno de los líderes del movimiento estudiantil argentino- habló de ´ciudades universitarias´ y que las reformas debían producirse en estas ciudades. Todo esto está presente en estos movimientos que imaginan un destino, que es el destino de una libertad absoluta, de una revolución con justicia”.

Por su parte, el Rector Hugo Andrade contextualizó el encuentro en torno a la próxima Conferencia Regional de Educación Superior (CRES) 2018, que se realizará el mes próximo, en la Universidad Nacional de Córdoba, en coincidencia con el centenario de la Reforma Universitaria. “En la mayor parte del mundo, también en América Latina, es un hecho la discusión sobre la decisión  política de muchos países de arancelar la educación superior e introducir cambios que van en una línea divergente a la construcción histórica que hemos tenido. Por eso es importante que las universidades nuevas como la nuestra participemos en este debate, en defensa de la responsabilidad de los estados para que la educación superior sea gratuita”.