Estudiantes de la carrera de Ingeniería en Electrónica de la UNM, en el marco del Trabajo Final y de las Prácticas Preprofesionales de su trayecto académico, trabajaron en un proyecto que consistió en la ampliación y modernización de una mini planta de producción de combustible alternativo, propiedad de una Cooperativa de Trabajo con sede en San Justo, partido de La Matanza, provincia de Buenos Aires, y en Tafí Viejo, provincia de Tucumán. 

La planta utiliza como insumos principales aceite vegetal usado y sebo animal, y el biocombustible generado puede emplearse en vehículos de transporte público, camiones o generadores eléctricos. La Cooperativa en este caso, en acuerdo con el Municipio de la ciudad de Tafí Viejo, utiliza este combustible para abastecer parte de la flota de transporte público local, aportando una solución sustentable con impacto económico, social y ambiental positivo.

La iniciativa fue financiada a través del programa Proyectos de Tecnologías para la Inclusión Social (PROCODAS–PTIS), impulsado por el entonces Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación. Este programa promueve el desarrollo de soluciones tecnológicas para la inclusión social, articulando las capacidades del sistema científico-tecnológico con demandas concretas de la sociedad.

Los estudiantes contaron con el acompañamiento de docentes y graduados de la carrera, en una experiencia colaborativa que combinó formación académica, transferencia de tecnología e impacto territorial.

El proyecto demuestra cómo el trabajo conjunto entre universidades, cooperativas y programas públicos puede generar soluciones tecnológicas con alto valor social, promoviendo el desarrollo sustentable y la innovación inclusiva.

Invitamos a escuchar la palabra de Alejo Ezequiel Vieira, Juan Franco Soria y Juan Pablo Kubar, estudiantes de la UNM, que nos contaron la experiencia: