El Ministerio de Educación puso en funcionamiento el Consejo Nacional de Calidad de la Educación, creado formalmente en el año 2006 con la sanción de la Ley de Educación Nacional N° 26.206. El objetivo del Consejo es asesorar en el diseño de políticas públicas en materia de educación y está integrado por numerosos especialistas de la comunidad académica y científica con marcada trayectoria en el área.

El Ministro Nicolás Trotta, a través de la Resolución N° 549/2020, reglamentó la conformación del Consejo con 35 miembros representantes de diferentes instituciones. María Rosa Almandoz, quien forma parte de la UNM y colabora con el área de Posgrado, ocupará el cargo de Consejera en el organismo. “El propósito de la creación del Consejo se vincula con la constitución de un espacio plural que incorpore diversidad de perspectivas para asesorar y analizar políticas públicas relativas a la calidad y equidad en educación. Si en el momento de su creación era importante disponer de un Consejo de tales características, en las circunstancias actuales se plantea como necesario para sumar reflexiones y aportes que faciliten la comprensión de un contexto altamente complejo y la identificación de estrategias de intervención que den respuesta a la desigualdad en territorios diversos y heterogéneos”, explicó Almandoz.

Además, considerando el contexto excepcional en que se encuentra la educación, y demás actividades de la vida cotidiana, debido a la pandemia de covid-19, Almandoz se refirió a los principales ejes que abordará el Consejo: “Uno de los puntos de la agenda de la próxima reunión es analizar los resultados de la Evaluación Nacional del Proceso de Continuidad Pedagógica; tales resultados pueden ofrecer un anclaje para pensar críticamente estrategias y programas, algunos ya en desarrollo, que pongan en el plano de la acción la transición a una “nueva normalidad”, proceso que hay coincidencia en caracterizar como gradual, escalonado, paulatino, situado, asincrónico. Así, uno de los ejes que se constituye en central es fortalecer la efectividad política de las decisiones federales.”

Consultada sobre los principales retos que presentó la educación mediada por la tecnología, Almandoz reflexionó: “Los desafíos por enfrentar en la esfera educativa son parte o dimensiones del desafío principal: volver a poner de pie nuestro país y que éste incluya en igualdad y justicia al conjunto de todas y todos las/los ciudadanos. La emergencia y la urgencia nos obligaron y nos obliga a actuar, pero en ese accionar no siempre encontramos las respuestas adecuadas. Ejemplo de ello son las múltiples prácticas puestas en juego para garantizar la continuidad pedagógica en entornos virtuales. La superación de las brechas tecnológicas (en el acceso y en el uso) evidenciadas en la comunidad educativa (familias, formadores, estudiantes) expresa uno de los desafíos centrales.  Todos hemos aprendido y mucho acerca de las ‘posibilidades de lo virtual’ pero aún nos queda un camino por recorrer”.